jueves, enero 06, 2005

Una casa

Imaginemos una casa.
Imaginemos que es grande y clara.
Que la luz la visita sin condiciones, exacerbaciones o cualquier tipo de opiniones.
Cuando entramos a ella nos sentímos más agusto que en otro lugar.
Cuando volteamos a ver hacia arriba, después de los cuadros y las cosas que adornan las escaleras y toda esa pared blanca y gigante, entonces podemos ver las hojas de la punta del árbol que tenemos en el patio.
De ese árbol nos caímos hace mucho tiempo, cuando éramos pequeños, y nos alcanzamos a lastimar una rodilla.
Recordamos como nos gritaron nuestros padres preocupados de que nos caímos de una peligrosa altura.
Éso fue hace mucho, mucho tiempo.
Hoy vemos toda la casa deshabitada.
Hoy vemos que ya no hay los muebles que nos servían de herramientas a la hora de jugar.
Hoy vemos la casa por última vez.