El patio compartido

La casa tiene un patio gigante pero no hay barda que la divida de la casa de enseguida, le reclamo a Gastón que cuando la van a poner. Pienso que todo está saliendo mal y corro hacia mi habitación que está en un segundo piso, yo pedí que se pintara de blanco las paredes, pero solo veo unos cuantos manchones blancos, al aprecer hechos con un rodillo.Luego pienso que tal vez los pintores que ví por allí solo marcaron, para no olvidarse del color que llevaría.

Asalto en el camión

Estábamos los cinco esperando un camión, traemos lo del depósito de la casa que rentaremos. El camión está amplio y circula por una colonia un poco peligrosa, el chofer se detiene en un esquina para empezar a hacer ritmo con sus manos en el volante, al ritmo de música vallenata.

Le digo que se mueva porque parece importarle poco, el que estemos perdiendo tiempo por su culpa. A la siguiente cuadra a mediación se ve un tipo, y trae algo metálico en la mano, me fijo bien y es una pistola.

Lo que presentía se está volviendo realidad, el chofer se detiene a subir al sujeto armado y comienza el atraco.

Antes pienso en sacar mi cartera y ponerla en mis pies, tratando de ocultarla de alguna manera la piso, empiezan a desfalcar a todos, veo como les quita el dinero a mis amigos que han batallado en juntar, voleto a ver la cara bien de los dos sujetos, ambos pasan los treinta años, uno es delgado,de tez clara,con barba y el otro un poco regordete, moreno y con bigote.

Al estarlos viendo detenídamente, uno de ellos logra ver que se mueve algo en mis pies y que es mi cartera, estoy algo asustado por lo que sucede y de repente, pienso que debiera de hacer algo al respecto para cambiar lo que sucede, me levanto y forcejeo con el de la pistola, con fuerza hago para un lado la mano que sujeta el arma y aprieta el gatillo, se oye un ruido sólamente de resorte, no sé si es que suene así por no estar cargada o es un arma falsa.